Recupera la pelota España. Navas la lleva por la banda. Minuto 115. Navas llega hasta el centro del campo, se la da a Iniesta que se la devuelve de tacón. Navas sigue con la pelota y se la entrega a Torres. "El Niño" levanta la cabeza y cuelga el balón, Van der Vaart la rechaza y el balón le cae a Cesc. Cesc para Iniesta, no hay fuera de juego, INIESTAAAAAAAAAAAAAAAAA...
En ese momento 47 millones de personas se olvidan de todo y solo saltan gritando contentos y abrazandose sabiendo que ese es el gol que nos va a dar el Mundial, un Mundial que sabíamos que iba a ser nuestro desde que Iker Casillas levantó la Eurocopa en Viena dos años antes.
Aunque el comienzo nos llenó de dudas, porque debemos reconocer que en el partido contra Suiza volvió la España que siempre habíamos visto: "La Pupas"
Pero nos supimos rehacer, seguimos a lo nuestro, dando pases, controlando los partidos, creando ocasiones, siendo robados por árbitros, pero sobre todo haciendo las tres cosas que más habían caracterizado a la Selección Española durante dos años: Ilusionando, sufriendo y jugando el mejor fútbol del mundo.
Ilusionando con cada ocasión de gol fallada, cada tiro de Villa fuera, cada intentona de Torres y Pedro, cada obús de Xabi Alonso desde fuera del área.
Sufriendo con cada falta que se le hacía a Portugal, rezando para que Cristiano fallase uno de sus misilazos, o cuando Piqué solo pudo evitar el remate de un delantero paraguayo haciendole penalty, o, los dos peores momentos de todo el Mundial: Robben solo ante Casillas, que volvió a ser Santo por enésima vez.
Jugando al fútbol mejor que nadie, porque ningún equipo hace lo mismo que hace La Roja: Dar clases de cómo jugar al fútbol. Cada partido es como una sinfonía para instrumentos de cuerda:
-Primer violín: Andrés Iniesta. Ágil y con una clase y una calidad que hace que destaque entre todos los demás.
-Violines: Silva y Navas. Ellos llevan en volandas la melodía cuando se atasca.
-Violas: Cesc, Javi Martinez y Cazorla. Cumplen perfectamente su función acompañando a los violines y de vez en cuando dan muestras de su gran calidad.
-Violonchelo: Busquets. Joven y habil, pero es perfectamente capaz de ponerse a la altura de todos los demas para ser una pieza clave en el funcionamiento de la melodía.
-Contrabajo: Xabi Alonso. Rara vez se le ve cometer un error y es la seriedad personificada.
-Director: Xabi. Experiencia, inteligencia, calidad, clase. Decir "injusticia" es quedarse muy corto con respecto al Balón de Oro que aún nadie entiende como se lo pudieron dar a Messi. En fin, queda claro que al amigo Platini no le hace gracia ver a un español como mejor jugador del mundo.
Pero volviendo al tema que nos atañe, el Mundial 2010: Recordaremos ese Mundial por muchas cosas, ya sean los goles de Villa, la entrada de Llorente contra Portugal, Iker parando el penalty contra Paraguay, el cabezazo de Santillan..., digo Puyol contra Alemania o la imagen del mejor portero del mundo levantando ese trofeo que nos reconocía como lo que somos: La mejor Selección del mundo.
Aunque puestos a recordar, creo que hay algo que todos tendremos en nuestra retina hasta que muramos, la imagen de un muchacho humilde de Albacete chutando una pelota con la fuerza de todo un país a cuatro minutos del término de la gran final. Ese gol de Don Andrés Iniesta que nos encumbró, ahora y siempre, en lo mas alto del fútbol Mundial.
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